sábado, 15 de agosto de 2015

Criticas de Lectores del Diario de Alguien

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lunes, 11 de febrero de 2008

El Diario de Alguien (Cap.1)


Capitulo 1
Mi nombre es Alguien
Martes 12:09 AM
Hola, mi nombre es Alguien, resido en algún lugar y de la Ciudad de Alguna Parte. La ciudad de Alguna Parte no es muy grande, no hay muchos lugares donde entretenerse. Trabajo para una Empresa Cualquiera. Cumplo mi horario además estudio en la universidad. Tengo una novia y un auto azul que sirve a su principal propósito: trasladarme de un lugar a otro.
Hasta ayer tenia una vida normal, como la de cualquier persona, pero algo comenzó a cambiar…
Eran las 6:55 de la tarde, estaba loco por salir del trabajo, era un día como cualquier otro, la misma monotonía, las mismas caras, las mismas llamadas. Me disponía a arreglar mis cosas para salir del trabajo, pensando en que aun la rutina no llegaba a su fin, aun me esperaba un profesor en la universidad deseoso de corregir algunas tareas, hablar de su vida y despacharnos antes de que se cumpliera la hora. Mi novia me llama al celular, me pregunta que si iré a su casa, yo le digo que todo dependerá del profesor, ella se despide como siempre y yo correspondo.
La empresa cualquiera esta semi vacía, apenas se pueden apreciar algunos empleados con sus caras de cansancio, yo sonrío a cada uno de ellos al momento que digo adiós con la palma de mi mano. Llego hasta la puerta y ahí se encuentra una de las empleadas, no quiero revelar ningún nombre, así que la llamaré Tentación. Tentación es atractiva, una chica de color blanco de nariz perfilada y ojos españoles, muy atractiva y sobre todo simpática. La noto algo enojada, se que tiene novio, aunque siempre me desvía el tema, aun así, me atrevo a preguntar:
-¿Aun sigues aquí?- ella trata de disfrazar su enojo con una sonrisa y usando mucho las manos como si su boca dependiera de ellas me dice que lamentablemente si.
Ya son las 7:00 de la noche y si no parto rápido no podré llegar a mi clase en la universidad, sin embargo por alguna extraña razón no logro despegarme de ella así que continúo con la conversación:
-¿Esperas a alguien verdad?- su rostro simpático sufre un ligero cambio y termina respondiéndome un simple si.
Su respuesta ha sido muy seca, solitaria, acompañada simplemente de un gesto de desagrado, se lo que significa, no hay que hablar mas del tema. Me siento algo incomodo con la situación, y en un último intento hago una nueva pregunta:
-¿Quieres que te lleve?- ella me dice que no, que todo esta bien, que su “Amigo” no debe tardar en llegar.
- ¿Estas segura? Ya es de noche, mejor ven y te llevo y tú puedes llamarle para avisarle.
Ella me mira y se siente confusa, y termina aceptando. Nos dirigimos al estacionamiento, ella mira hacia atrás varias veces para observar si su galán ha de aproximarse. Mientras tanto un mundo de pensamientos cruzan mi mente: ¿por qué hago esto, perderé mi clase por darle un aventón, que me pasa, que pretendo con todo esto?
Ella se sube a mi auto color azul, mi aire acondicionado esta descompuesto así que bajo el cristal, le digo que ella puede hacer lo mismo y trato de aclarar que no he tenido tiempo de reparar el aire acondicionado, no se con que intención realmente le doy tantos detalles, quizás es mi afán por sorprenderla. Me adentro en la calle y le pregunto que donde vive, ella me dice que realmente no quiere ir a su casa, que sino me molesta pasar un rato charlando con ella, yo rápidamente respondo que no tengo ningún problema. Mientras ella hace algunos comentarios miro discretamente su busto, su camisa entre abierta hace que se vean mejores, y por un momento evito no pensar en besarla o tocarle. Le pregunto que hacia donde quiere ir, ella me responde que no sabe. Enumero algunos lugares no muy finos y otros que si lo son, ella me dice que cualquier lugar esta bien, su ánimo empieza a cambiar, de pronto me habla como si me hubiera conocido de toda la vida. No se me ocurre un solo lugar para parquear el carro y conversar, no suelo hacer esas cosas. Después de dar varias vueltas por la ciudad de alguna parte comienzo a preocuparme por el combustible,
Mi automóvil tiene averiado el medidor del combustible, y realmente no puedo saber cuándo el combustible se está acabando. Son mas de la 7:30 y se me ocurre estacionarme en un lugar cuyo fin principal es vender bebidas, por lo regular esta abarrotado de personas, en su mayoría jóvenes estudiantes, lo extraño es que casi no hay nadie, apenas una pareja en el rincón de la derecha y un grupo como de 5 amigas charlando en voz alta. La música no tiene mucho volumen y el lugar es bien luminado. Por alguna razón siento que Tentación esta en su ambiente, ella no se muestra tímida en lo absoluto aunque no me toca, yo le conduzco hacia una mesa pequeña, ella me habla algo sobre el trabajo mientras yo admiro su teléfono y el fondo de pantalla que tiene en el. Tomo una cerveza de la nevera del lugar me dirijo a pagarla, ella me espera en la mesa, hago memoria y recuerdo que solo llevo cien pesos en la cartera, así que opto por utilizar mi tarjeta de crédito. Mientras me dirijo a su mesa pienso en lo que tendré que decirle a mi novia si alguien conocido llega a verme con una chica del trabajo bebiendo algunas cervezas.
Llego a la mesa, ella esta muy simpática, conversamos de muchas cosas sin sentido: situaciones, universidad, amores y otras cosas más. Mientras ella habla se le hace difícil beber ya que utiliza mucho las manos, pero cuando bebe no lo hace despacio.
-Al parecer Tentación no es una chica de una sola botella- pienso para mi mismo, mientras ella se bebe un vaso de un solo golpe. Eso me preocupa, no quiero tener una borracha despechada en mi auto, o quizás si… Gaste mis 100 pesos en otra cerveza y un par de gomas de mascar. Ahora hay mas personas en el lugar, ella deja de sentirse tan cómoda como antes y yo la acompaño en sus sentimientos. Le invito a salir del lugar, nos subimos en el auto nuevamente y enciendo el motor.
Ya he perdido mi clase por ella, estoy muy a gusto pero en realidad no se que hacer, ella esta en silencio y miles de cosas pasan por mi cabeza, cosas que decirle, cosas que hacer, cosas de no hacer… Miro hacia atrás para dar reversa y giro mi cuerpo ligeramente para mejorar mi visión, pero me arrepiento, me quedo mirando a sus ojos españoles, su boca fina y su nariz perfilada, mi mano busca la suya y sin quitar mi mirada de la suya digo:
-creo que eres divertida- es algo absurdo, ella sonríe levemente y desvía la mirada, como si hubiese esperado algo más, recapacito en mis adentros y digo lo primero que me paso por la mente: - Y también creo que eres linda- sus ojos retornaron hacia mi, ella me mira, sonríe y me dice que cree que soy apuesto también. Yo creo que es una mentira, pero a veces me gusta creérmela. No dejo de sujetar su mano, aun sigo en el estacionamiento, con mi mano izquierda paso el cambio para no dar oportunidad a que las manos se separen.
Conduzco hacia la calle, realmente no se que hacer, hacia donde conducir, su mano se siente calida y suave, no se me ocurre que decir, que hacer… A algunas cuadras del lugar doblo hacia la izquierda, la falta de luz deja la calle en penumbras y es en estos momentos donde pienso que a veces no son tan malos los benditos apagones. Me estaciono debajo de un árbol donde la oscuridad acrecienta, no sabia de este lugar, he llegado por accidente, la mano de Tentación sigue sujeta a la mía, apago las luces del carro y miro el retrovisor, me apenas decir que tampoco estoy acostumbrado a eso. Ella retira su mano de la mía, yo apago el motor del carro. Hace un poco de calor ya que los cristales siguen cerrados aun cuando el aire no sirve y el carro esta apagado, quizás siento calor por lo nervioso que me encuentro, sin embargo es emocionante.
-¿Qué hacemos aquí?- me pregunta ella. Realmente no es la pregunta o el comentario que esperaba. Yo le respondo que no se. Ella evita mi mirada, mira hacia fuera como si se arrepintiera de algo que aun no pasa. Puedo percibir su olor, no lo había notado hasta ese momento. Comienzo a pensar que decir y no se me ocurre nada, el silencio es desesperante y ella así lo siente, de pronto me sugiere: -creo que debemos irnos ya son las nueve de la noche y este lugar puede ser peligroso- Me siento como si hubiese cometido un gran error, me pregunto, que habrá significado entonces tomarme de la mano, pensé que era una señal, un paso mas para alcanzar sus besos. Le respondo que tiene razón y me consuelo con pensar que al menos no le he sido infiel aun a mi novia, enciendo el motor de mi carro, pongo mi mano derecha en la palanca de cambios y pienso por un momento, mi vista esta dirigida al parabrisas y las luces del auto aun siguen apagadas y digo con una voz tímida:
– solo quiero que sepas que me gustas mucho, cada día te veo en el trabajo y pienso en lo linda que te vez, lo alegre de tu persona, esa mirada cuando me saludas, tu sonrisa como me enloquece y hace despertar tantas cosas en mi...-
-¿Qué cosas despierto en ti?- giro mi cara lentamente y mano descansa aun en la palanca de cambio. Ella sostiene en sus labios una pequeña sonrisa, no la quiere dejar escapar, eso me da algo de confianza, pero aun no puedo resistir esa mirada suya, así que vuelvo mi cara hacia el frente y prosigo: -despiertas en mi el deseo de tocar tu piel, abrazarte, besar tu boca delicada cargada de tantas sonrisas, despiertas en mi el deseo insaciable de estar contigo- realmente no me creo todo lo que acaba de salir de mi boca, es cierto que me siento así, pero nunca pensé ser capaz de decírselo. Giro nueva vez mi cara hacia ella, mi corazón late fuertemente, siento que lo puedo escuchar, no quiero ni pestañar, podría perderme su mirada, siento una atracción inmensa hacia sus labios, siento que me llaman, que me atraen hacia ellos.
-¿Y que te impide cumplir tus deseos?- ella pregunta con un aliento de cerveza y una leve sonrisa que realmente no se que significa.
Pude haber hecho otro comentario, decir algo mas o quizás quedarme quieto, pero no, me apresure a besarla, sus labios suaves y finos tocaban al fin los míos, por un segundo dudo, pero solo fue un segundo, pues se entrego a mi beso, rodeaba mi boca con la suya y mi corazón latía a mil por hora, mi mano ya no descansaba en la palanca de cambios si no en sus piernas, acariciaba su pierna lentamente y ella alcanzo mi cuello con su mano derecha, el motor del auto seguía encendido y todo aquel lugar en penumbras hacia que ese momento fuera mágico. Su lengua recorría mi boca y acariciaban mis labios, yo le mordía tiernamente sus labios y poco a poco la excitación aumentaba, y de pronto algo que no esperaba sucedió, ella bajo su mano hasta mi entre pierna y por encima de mi pantalón comenzó a acariciar mi parte, yo me perdía en ese momento, una chica tan hermosa como ella, en esas circunstancias, en esos momentos, muchas veces había imaginado este momento pero nunca pensé que llegaría a pasar. Su confianza me hace sentir la libertad de besar su cuello, y de momento solo lamento estar en un lugar tan pequeño y limitado como mi carro. Ella me sigue besando con mas fuerza sin dejar de acariciar de igual manera mi entre pierna, siento sus dedos acariciar, su respiración algo desesperada, hago un movimiento brusco para tocar su busto con mi mano izquierda, el movimiento hace que separe por un momento su mano de la parte señalada, pero vuelve lentamente, su manera de besar es extraordinaria, su manera de tocarme y acariciarme perfecta. Siento sus pechos con mi mano izquierda, su pierna con mi derecha y de pronto paso algo que si esperaba: un auto viene hacia nosotros con la luz alta, los cristales están un poco empañados pero la luz es la suficiente para llamar la atención de Tentación, ella se repone en su asiento, yo quedo con deseos de mas y mas, pero termino reponiéndome también. El auto termina pasando de largo. Ella me mira y suelta una carcajada mientras se aproxima rápidamente y plasma un beso en mi mejilla, yo sonrío y le tomo la mano, mi intención es seguir, seguir disfrutando de sus deliciosos labios, de sus caricias exquisitas pero ella me dice: -vamonos de aquí- Yo accedo con una sonrisa enciendo las luces del carro y doy vuelta en u en la amplia calle en la que estábamos. Ella me da instrucciones de cómo llegar hasta su casa, me gustaría tomar el camino mas largo que hubiese, pero escojo obedecerla y hacer lo que me diga, después de todo he obtenido mas de lo que esperaba de esta noche. Llegamos hasta su casa, no imaginaba que pudiese vivir en esa parte de la ciudad. Ella plasma un beso y sale de mi carro apresurada, como si alguien le estuviese esperando, o bien como si temiera que la viesen conmigo.
En mi carro voy ligero, pienso en Tentación, pero como un golpe sorpresivo viene a mi cabeza mi novia. ¿Qué le iré a decir? Quizás diga que el profesor despacho algo tarde, pero si alguien me vio, siempre cabe la posibilidad de que alguien sin darme cuenta me halla visto. Debo preparar mejor mi historia. Se me ocurre algo que de pronto podría funcionar, decirle que una amiga mía tenia eso que las mujeres sufren cada mes y tuve que darle un aventón a su casa. Lo de la cerveza fue para relajarme después de todo un día de trabajo. Con mucha suerte quizás no pregunte mucho. Un sentimiento de culpa recorre mi ser, le he sido infiel, no he sido capaz de resistir, el deseo se apodero de mi y desato todo lo que estaba dormido. Las cosas han cambiado, y presiento que seguirán cambiando…